Son muchas las recetas que pueden prepararse en el horno, desde unos deliciosos canelones hasta una pizza, así como platos más saludables como pollo al limón con champiñones. Por desgracia, tarde o temprano puede acabar llegando el momento en que dicho electrodoméstico se estropee y ya no tengas la posibilidad de elaborar este tipo de platos.
Es entonces cuando una duda se apoderará de ti: ¿merece la pena arreglar un horno? En TuExperto360 vamos a dar las claves que te harán saber si conviene hacerlo o, por el contrario, en tu caso quizá sería más recomendable comprar un nuevo modelo.
Estos son los fallos más comunes en los hornos y el precio de arreglarlos
Lo primero que hay que decir es que comprando los mejores hornos eléctricos es muy probable que te acabes ahorrando dolores de cabeza provocados por problemas como los que veremos a continuación. Sin embargo, ni siquiera las mejores marcas que describiremos más adelante te aseguran que no se haya producido un fallo de fabricación.
El paso de los años acaba afectando incluso a los hornos que pueden catalogarse como los mejores por la buena calidad de la que hacen gala. Pero, ¿cuáles son los fallos que suelen surgir en estos electrodomésticos?
El horno no calienta
Entre los más habituales se encuentra el de no calentar. Es decir, a pesar de encenderlo seleccionando la potencia con la que deseas cocinar los alimentos, el horno no emite ningún poder calorífico o, si lo hace, no alcanza ni mucho menos la temperatura idónea.
Las ‘tripas’ electrónicas de un horno abarcan numerosos elementos que son los encargados de que se caliente. Es decir, un usuario de a pie lo tiene muy difícil para identificar la parte que está fallando.
Por si fuera poco, la reparación no es de las fáciles de realizar, sino más bien todo lo contrario. Con algunos electrodomésticos sí es sencillo, tal como vimos cuando averiguamos si vale la pena reparar una campana extractora -bastando en algunos casos con sustituir un simple fusible-. Sin embargo, no es el caso que nos ocupa.
Si el horno no calienta, lo más probable es que tengas que contratar a un especialista y pagar una considerable cantidad de dinero. Dependiendo de si el fallo lo tienen las resistencias, el reloj o los termostatos, el importe a abonar variará de manera considerable. Sin embargo, en la mayoría de casos hablamos de un gasto que ronda los doscientos euros.
Teniendo en cuenta el precio que acabamos de mencionar, ¿merece la pena arreglar un horno? Tal como decimos siempre en TuExperto360 no hay una respuesta única, puesto que diremos sí o no dependiendo de lo que te costase el horno en su momento.
Si era uno de los más caros y rondaba los seiscientos euros, sí es aconsejable, ya que la reparación te costaría la mitad o menos. Pero si seguiste nuestras recomendaciones y compraste un horno con una excelente relación calidad-precio, puede que el desembolso realizado en su momento fuese casi igual que el que tendrías que hacer para repararlo. En este último caso no merece la pena arreglar el horno.
El diferencial salta cuando se enciende el horno
Por desgracia, aquí no termina la lista de averías que suponen un buen sablazo a la cartera. Otra que también es bastante habitual vuelve a hacer referencia a las resistencias, las cuales no operan a pleno rendimiento. Es por este motivo que, cada vez que enciendes el horno, salta el diferencial del hogar en cuestión. No es una situación nada agradable.
Has de tener en cuenta que no es posible decir adiós a este fallo sin sacar el electrodoméstico que se ha visto afectado. Los profesionales tienen que hacerlo para acceder a la parte en la que se encuentran las resistencias que procederán a reparar. Así pues, no es de extrañar que el importe de dicho arreglo sea bastante elevado, rondando nuevamente los doscientos o trescientos euros dependiendo de a cuánto se cobre la mano de obra -estando cifrada habitualmente en sesenta euros la hora-.
Eso sí, no pienses que todos los problemas que puede tener un horno son muy caros de solucionar. De hecho, hay algunas averías que incluso es posible reparar por tus propios medios si tienes un poco de maña. Un claro ejemplo es la sustitución de las bisagras.
Las bisagras van mal y la puerta no cierra del todo
Es muy importante que el horno de la cocina sea sellado a la perfección cuando la puerta se cierra, ya que en caso contrario se desperdiciará una gran cantidad de energía. Además, también te costará calcular los tiempos para cocinar ciertos alimentos.
Cuando las bisagras son muy antiguas o presentan algún tipo de problema, al cerrar la puerta no se sella perfectamente el conjunto, por lo que conviene sustituirlas. Si lo hace un profesional te costará unos ochenta euros. Independientemente de si recurres al técnico especialista u optas por realizar tú mismo el proceso, en los dos casos merece la pena arreglar el horno.
La bombilla no se enciende
A la lista de fallos muy comunes hay que sumar el último que, afortunadamente, es el más sencillo de todos. Esto se traduce en que resulte bastante económico solucionarlo para que el horno vuelva a funcionar de manera correcta.
El error al que hacemos referencia es el no encendido de la bombilla. Es decir, el horno opera con normalidad, pero el punto de luz implementado en el electrodoméstico no funciona.
Lo cierto es que esta avería no tiene por qué ser solucionada, puesto que simplemente pasa factura no permitiéndote ver con claridad aquello que se está cocinando en el interior del electrodoméstico. Aun así, la mayoría de usuarios se decantan por arreglar el problema, sobre todo al comprobar lo sencillo que es hacerlo.
Un profesional tan solo te cobrará unos cincuenta euros, así que merece la pena arreglar el horno, especialmente si eres tú mismo quien te encargas de realizarlo. Si te animas a hacerlo has de quitar el cristal que protege la bombilla y posteriormente desenroscarla. Sustitúyela por una unidad que esté nueva y coloca otra vez el mencionado cristal que evita que la elevada cifra de grados centígrados afecte negativamente al punto de luz.