Si hablamos de fibrocemento tal vez no sepas a qué nos referimos, pero ¿y si mencionamos el término uralita? Seguramente esta palabra sí te suena, aunque las dos palabras significan lo mismo. En concreto, uralita era el nombre de la marca que en su momento, en el territorio español, comercializó el fibrocemento. Con el paso del tiempo acabó sucediendo lo mismo que con los kleenex al hablar de pañuelos, es decir, la mayoría de la población se refería a dicho material bajo el nombre de uralita.
El fibrocemento o la uralita alcanzó una enorme popularidad que empezó a llegar a su fin en los años noventa después de casi cien años en la cresta de la ola de los materiales más exitosos no solo para hogares, sino también para fábricas, almacenes y empresas en general.
No sorprende que registrase tanto éxito a lo largo de más de noventa años. Y es que de las placas hechas con fibrocemento destacaba sobre todo su impermeabilidad, además de la facilidad a la hora de instalarlas. Esto era fruto sobre todo de que el material era extremadamente sencillo no solo de perforarse, sino también de aplicar cortes en él.
Por si fuera poco, la uralita evitaba que tanto el moho como las bacterias proliferasen. Precisamente estas propiedades y ventajas en general dieron pie a que la uralita se extendiese por toda España, pasando a estar presente tanto en tejados como en otras superficies y elementos, desde bajantes hasta incluso tuberías.
Hablamos en pasado porque, en la actualidad, la presencia de fibrocemento en el territorio español es residual. En su momento experimentó un boom que también vino dado por lo económico que era el material, pero afortunadamente los propietarios e inquilinos empezaron a darse cuenta de lo importante que era retirar la uralita de los edificios.
Poco antes de poner fin al anterior milenio empezó la tendencia de retirar la uralita. El fibrocemento que todavía está presente en algunos edificios va siendo retirado. El objetivo es claro: reducir la cifra a cero en total. Pero, ¿por qué es tan importante acabar con dicho material?
Antes de adentrarnos en los motivos que llevan a este proceso de retirada a ser tan relevante, hay que decir que las tareas necesarias para eliminar la uralita es de vital importancia que las lleve a cabo personal especializado como el que forma parte de la empresa Madrid Amianto. En caso contrario, a los riesgos de salud que describiremos a continuación se sumarían otros que derivan de la inhalación de unas microfibras muy dañinas para la salud. Nos referimos a las de asbesto o amianto.
Afortunadamente, en la actualidad el precio de retirada de uralita es más que razonable teniendo en cuenta el buen resultado que proporcionan empresas como la que acabamos de mencionar. Los profesionales manipulan el material con el cuidado necesario para que no se produzca la inhalación que recientemente hemos descrito, así que durante el transcurso de las labores de retirada no hay riesgo alguno para la salud.
La uralita es muy peligrosa para la salud
Aunque fue sobre todo en los noventa cuando muchos españoles decidieron retirar la uralita, el cambio de paradigma se produjo en 1977. Por aquel entonces la Organización Mundial de la Salud dio un paso muy importante: catalogar la uralita a modo de producto cancerígeno. Aunque se tardó demasiado, en el año 2002 dejó de utilizarse el mencionado material.
Pero, ¿qué pasaba con la uralita que ya estaba presente en los hogares, los almacenes y las fábricas del país ibérico? Lo mismo que hoy en día: si no han sobrepasado la vida útil que se cifra en aproximadamente tres décadas, nadie prohíbe su presencia en la estructura en cuestión. Desafortunadamente esto es muy peligroso para quienes viven allí o trabajan a diario muchas horas en caso de que se trate de unas instalaciones profesionales.
Esto es debido a que, treinta años después de su instalación, las fibras de una sustancia tan perjudicial como el amianto van liberándose. Al inhalarse son numerosos los problemas de salud que pueden experimentar hombres y mujeres de cualquier edad.
Algunos de los más graves son varios tipos de cáncer como el de pulmón, laringe e incluso ovario, por lo que como podemos ver no solo está relacionado con enfermedades que afectan a la respiración. A las ya mencionadas hay que sumar otras: mesotelioma intestinal maligno, placas pleurales, fibrosis en los pulmones y un largo etcétera.
Se calcula que, en caso de exponerse continuadamente a las fibras que libera la uralita, el cáncer puede aparecer en tan solo un par de décadas. Por su parte, la asbestosis se produce al cabo de diez años.
Hoy en día la inhalación de amianto sigue siendo la causa de más de cinco mil muertes al año en el territorio español. Es por todos estos motivos que es tan importante retirar la uralita de los edificios contratando a profesionales muy experimentados como los de Amianto Madrid.