Es innegable que optar por uno de los mejores frigoríficos calidad precio da pie a que se reduzcan considerablemente las probabilidades de acabar teniendo algún problema con este electrodoméstico que tan importante es en tu hogar. Sin embargo, lo cierto es que incluso las unidades fabricadas por marcas con un gran renombre a nivel internacional pueden acabar fallando.
Algunos de los fallos típicos del frigorífico pueden dejarse pasar, ya que no revisten demasiada gravedad. No es el caso que nos ocupa. Y es que hoy hablaremos de las fugas de gas.
Más allá de comprometer el funcionamiento del electrodoméstico en cuestión, el hecho de que el gas no circule con normalidad por el correspondiente conducto y se esté saliendo puede derivar en contratiempos relacionados con la salud. Es por ello que conviene llevar a cabo la oportuna reparación. Pero, ¿merece la pena arreglar fuga de gas en frigorífico?
En próximas líneas resolveremos esta pregunta que muchas personas se han hecho alguna vez. Si tú también acabas experimentando dicho problema has de saber que hay una gran diferencia entre realizar tú mismo la reparación o encargársela a profesionales experimentados que resuelvan el problema con eficacia.
Arreglar fuga de gas en frigorífico por tus propios medios
Lo primero que has de saber es que muchas de las reparaciones de frigoríficos son bastante laboriosas. Ya lo vimos en su momento en TuExperto360 cuando nos planteamos si merece la pena cambiar un compresor de frigorífico. De nuevo vuelve a evidenciarse, aunque la tarea es muy distinta respecto a la que acabamos de mencionar.
En este caso estamos ante un proceso que requiere mucha precisión y maña. El simple hecho de detectar la fuga puede dar pie a que acabe rompiéndose una pieza que resulte más cara de reparar, así que conviene que vayas con mucho cuidado.
Primeramente tienes que dar con el origen de la fuga. Por suerte, la mayoría de ellas acostumbran a producirse en el mismo lugar: el soporte del recogedor de gas. Cuando se descongela acaban generándose unas bolsas de agua que se traducen en que, con el paso del tiempo, se sulfate el tubo que está hecho de aluminio. En definitiva: cuando transcurran los años, si se produce una fuga de gas en el frigorífico es muy probable que se encuentre allí el problema.
Para asegurarte de que es ese el punto correcto, cerciórate de levantar el tubo, una acción que tienes que hacer de manera lenta y cuidadosa si no quieres romper dicha pieza caracterizada por ser bastante vulnerable.
Eso sí, ten en cuenta que el hallazgo de una fuga no implica que no haya más a lo largo de la zona que se ha visto afectada. ¿Cómo detectar varias de ellas? No es complicado. Lo único que tienes que hacer es emplear detergente que previamente hayas diluido en una pequeña cantidad de agua.
Tal vez las fugas estén en la zona trasera de la tubería. Desafortunadamente no es sencillo observar esa parte, aunque con un pequeño truco lo tendrás más que fácil: utiliza un espejo de pequeñas dimensiones.
Enhorabuena, ya has detectado las fugas que hay, pero todavía queda mucho por hacer. Una de las acciones más importantes se resume en lijar el serpentín y posteriormente limpiarlo. Acto seguido llega el momento de hacer un corte en la tubería de retorno.
Para soldarla al frío es imprescindible llevar la tubería a una temperatura medianamente alta. Cuando el serpentín esté tibio ve aplicando la soldadura de manera uniforme.
La fuga de gas ya estará reparada, pero como has podido ver no es un proceso sencillo. Si no estás acostumbrado a soldar ni a tratar con elementos sensibles como ciertas partes del frigorífico, puede que acabes dañando más piezas y la reparación que tenga que hacer un profesional acarree desembolsar una mayor cantidad de dinero en comparación con el presupuesto de antes de dar comienzo al arreglo por tus propios medios.
Por otra parte, esta reparación exige disponer de bastante tiempo libre, ya que si nunca antes has llevado a cabo un proceso similar es posible que estés cuatro, cinco o incluso más horas.
En definitiva, si tienes tiempo y unos mínimos conocimientos relacionados con la materia, la respuesta es afirmativa: merece la pena arreglar fuga de gas en frigorífico. Pero, ¿y si no es el caso?
Depositar la confianza en profesionales que arreglen la fuga de gas
Sea cual sea la ciudad en la que vivas, no te costará dar con especialistas que puedan encargarse de solucionar esa fuga de gas que impide que el frigorífico funcione con normalidad. Pero, ¿es recomendable?
Basta con echar un vistazo al proceso que hemos descrito paso a paso en anteriores párrafos para darse cuenta de que es un arreglo bastante laborioso. Incluso los profesionales que lo han realizado en numerosas ocasiones necesitan una nada despreciable cantidad de tiempo para culminarlo con éxito.
En definitiva, la factura final puede llegar a ser bastante elevada teniendo en cuenta no solo los materiales utilizados. Por si fuera poco, el precio por hora que cobran los expertos en reparación de frigoríficos no acostumbra a ser asequible, sino más bien todo lo contrario.
Aunque depende de varios aspectos, en líneas generales se trata de un arreglo que exige un desembolso que ronda los trescientos euros.
Teniendo en cuenta el precio, ¿merece la pena arreglar fuga de gas en frigorífico?
Si haces tú mismo la reparación, solo tendrás que invertir tiempo y los pocos euros que exige la compra de los materiales necesarios: el detergente para la detección de las fugas, la soldadura, etcétera. Así pues, merece la pena arreglar fuga de gas en frigorífico si te encargas tú de hacerlo.
Sin embargo, trescientos euros o incluso más será lo que tengas que pagar para que un profesional se encargue de la reparación. En tal caso, solo es recomendable repararlo siempre y cuando el precio del electrodoméstico sea el doble. Es decir, si te costó trescientos, cuatrocientos o quinientos euros, es preferible comprar un nuevo modelo, ya que no merece la pena arreglar fuga de gas en frigorífico.