Tal como sucede con otros productos tecnológicos, a la hora de elegir una placa de inducción es fundamental optar por una cocina que sea realmente buena. Por suerte, la alta competencia que hay en el sector da pie a que en 2024 sea posible comprar un modelo que haga gala de una excelente calidad sin que ello exija desembolsar una estratosférica cantidad de dinero. Así lo demuestran las mejores placas de inducción calidad precio.
Eso sí, no pienses que por haber comprado una muy buena placa de inducción evitarás por completo los problemas que pueden surgir con este tipo de dispositivos. El hecho de tener componentes electrónicos y estar en funcionamiento en una zona como la cocina da pie a que puedan ser múltiples las situaciones que acaben provocando daños en el conjunto.
Ciertamente las que están consideradas como mejores placas de inducción por su sobresaliente relación calidad precio presentan menos averías en comparación con las demás. Aun así, ninguna de ellas se libra de poder acabar experimentando algún contratiempo tarde o temprano.
En caso de que a ti también te suceda, lo más probable es que te plantees una pregunta que suele rondar la cabeza de la gran mayoría de usuarios: ¿merece la pena arreglar una placa de inducción? Vamos a resolver esta cuestión, aunque ya te avanzamos que la respuesta no es única. Es decir, son varios los aspectos a valorar para determinar si conviene o no hacer frente al oportuno desembolso.
Tipo de avería
Una sonrisa de oreja a oreja se dibuja en aquellos consumidores que, al llevar su placa de inducción a un servicio técnico, reciben un presupuesto de reparación de tan solo quince euros. Sin embargo, esto es debido a que se trata de un tipo de avería muy fácil de solucionar. Desafortunadamente hay otros problemas que son mucho más complicados, tal como veremos a continuación.
Rotura del cristal
Uno de los aspectos más importantes en los que inciden los fabricantes en las instrucciones y los manuales guarda relación con el manejo de los utensilios. Las sartenes, las ollas y demás elementos han de colocarse sobre la placa de inducción con cuidado. Pero, ¿qué pasa si se te acaban escurriendo? Los modelos de gran calidad suelen resistir bien los golpes, pero si la caída termina produciéndose desde una considerable altura no será de extrañar que se produzca una rotura del cristal.
Por desgracia, este tipo de avería no es asequible. Si bien es cierto que no estamos ante la más cara, algunos usuarios no pueden afrontar el desembolso que exige, el cual depende del modelo pero suele ser de unos cien euros o incluso más. En algunos casos dicha cifra acaba duplicándose.
¿Cómo puede ser que cueste tanto dinero? Básicamente ello es fruto de haber sido fabricado con un material específico para que resiste bien las elevadas temperaturas.
En definitiva, si se produce una rotura del cristal de la placa de inducción tendrás que afrontar un desembolso cuya media se sitúa en los 150 euros. Así pues, merece o no la pena en función de cuánto te hayas gastado. Si la placa te costó 250 euros tal vez sea mejor comprar directamente otra que esté nueva. Pero, ¿y si te dejaste 300 euros o más? En tal caso sí merece la pena arreglar una placa de inducción. Además, de esta manera beneficiarás al medio ambiente, evitando la fabricación de una nueva unidad con toda la contaminación que ello acarrea.
Imposibilidad de encender la placa de inducción
A todos nos ha pasado alguna vez: la placa de inducción no se enciende porque hemos colocado en una de las zonas un utensilio que no es compatible con dicha tecnología, habiendo sido fabricado teniendo en cuenta las características de las cocinas de gas o de vitrocerámica. Sin embargo, no siempre es así. A veces no se encienden las placas de inducción porque tienen una avería.
Si esto sucede, casi siempre la situación viene dada por un sensor que no está funcionando con normalidad. En caso de ser así es conveniente llevar a cabo la reparación cuanto antes, puesto que si no lo haces el conocido como módulo de control podría terminar dañado, siendo entonces mucho más cara la reparación. Si el daño solo está presente en el sensor, resultará barato repararlo y la respuesta será afirmativa a la pregunta de si merece la pena arreglar una placa de inducción.
La placa ha dejado de calentar
A pesar de que el utensilio que colocas encima de la placa es detectado por la misma, no se calienta. Sí o sí un técnico tendrá que encargarse de ello. El arreglo que deberá realizarse depende muchísimo de cuál sea el origen del problema. En algunos casos simplemente es el conmutador que no se encuentra en su posición o presenta alguna avería. Cambiando dicha pieza se soluciona el problema sin que tengas que pagar mucho dinero.
Eso sí, prepara la cartera en caso de que el contratiempo lo esté causando una de las zonas habilitadas para cocinar y, sobre todo, la placa de control que hemos mencionado antes. Si es solo una zona, merece la pena arreglar una placa de inducción. Si hay que tratar con toda la placa electrónica, quizá sea mejor adquirir una cocina de inducción nueva.
Los plomos saltan cuando se enciende la placa
Llegamos al último tipo de avería más común en las placas de inducción. Si en el momento de encenderla saltan los plomos, el contratiempo puede estar siendo generado por dos factores distintos. El primero de ellos nuevamente vuelve a ser el temido por todos los usuarios: una placa de control que ya no opera con normalidad. El desembolso a afrontar es considerable en este caso.
Pero, ¿y si el problema está en el cable que alimenta a la propia placa de inducción? Afortunadamente podrás repararlo por muy poco dinero, así que merece la pena arreglar una placa de inducción si solamente hay que sustituir dicho cable.
Conclusión: ¿merece la pena arreglar una placa de inducción?
Tal como hemos visto, el precio de una reparación puede ser muy diferente: quince euros si solo hay que cambiar una pieza o un cable, casi doscientos euros en caso de que se deba remplazar el cristal o incluso más si el técnico tiene que reparar el módulo de control. Así pues, merece la pena arreglar una placa de inducción si el tipo de avería no es de las muy complicadas y no se trata de un modelo asequible que puedas comprar casi por el mismo precio que te costaría la reparación.